festival internacional de cine de cartagena de indias.

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Historia del cine colombiano

El Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias: El festival más antiguo de Latinoamérica

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La noción de los festivales de cine en América Latina se remonta a 1954, cuando por primera vez se realizó una muestra de varios filmes en Uruguay, organizada por el empresario José Barbieri. Sin embargo, la historia reconoce al Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), como el primer evento en Latinoamérica, que en 1960 abrió un espacio de intercambio, fomento y promoción del cine nacional y latino.

A lo largo de casi sesenta años, Cartagena ha reafirmado su relevancia en el desarrollo de la cultura colombiana a través del festival, muestra de ello, se refleja en los más de 50 mil espectadores que asisten a las proyecciones, conferencias y exposiciones que se realizan año con año. El ideal que encuentra en el cine un medio de expresión humana y de cambio social, hizo del FICCI una plataforma para tener mayor alcance, desarrollar la industria y difundir la diversidad cultural y audiovisual.

Las anécdotas que cuentan la historia del FICCI, relatan la visita de figuras emblemáticas como los actores norteamericanos Kirk Douglas y Jack Nicholson, la francesa Dominique Sanda, el director Roman Polanski, el realizador Bernardo Bertolucci, el director alemán Werner Fassbinder, entre otros. El festival también ha contado con la participación de personajes actuales, como es el caso del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu en 2014, el realizador colombiano Luis Ospina en la edición 2016, así como el director tailandés Apichatpong Weerasethakul, invitado de la última entrega del festival, celebrada en 2017.

Por otro lado, algunos de los títulos proyectados en los últimos diez años, son NN (2014) de Héctor Gálvez, Ixcanul (2015) de Jayro Bustamante, La once (2014), bajo la dirección de Maite Alberdi, Tabú (2012) dirigida por Miguel Gomes, El estudiante (2011), de Santiago Mitre, Post Mortem (2010), de Pablo Larraín y Gigante (2009), de Adrián Biniez, por mencionar algunos.

Antecedentes

Durante la primera mitad del siglo XX, a medida que aumentaba la actividad fílmica en Colombia, los realizadores y empresarios se enfrentaron al reto de dar a conocer las películas y agradar al público. En consecuencia, surgió la idea de realizar un festival de cine en Cartagena, una ciudad que gracias a su ubicación geográfica, se había convertido en un punto de encuentro necesario para el comercio, la política y la cultura en América Latina.

En un comienzo, el proyecto fue propuesto por Ernesto Carlos Martelo, con la visión de hacer del festival un atractivo para posicionar a la ciudad como urbe turística. Por lo que, en un primer acercamiento hacia ese objetivo, en 1957 fue creada la Empresa Nacional de Turismo dirigida por el mismo Martelo.

Poco después, el plan contó con el apoyo de Fernando Díaz Gómez, Carlos H. Pareja, Joaquín Gómez Pombo y miembros del Club de Cartagena, un ente privado en el que se realizaban tertulias, reuniones sociales y certámenes cívicos. Por otro lado, la idea también sumó los esfuerzos de empresarios y personalidades del sector cultural cartaginese, como Héctor Trujillo, Álvaro Salvadores, Yolanda Azuero de García, Alberto Sierra Velásquez, Gerardo Núñez, Aurelio Martínez Canabal y Víctor Nieto, quien fue responsable del organismo encargado de la organización del evento: la Corporación de Festivales Internacionales de Cine de Cartagena, fundada en 1959.

Además, el nacimiento del festival contó con dos personajes clave: Arnulfo De La Espriella, alcalde de la ciudad y José Barbieri, empresario y organizador de las muestras de cine que se realizaban en Punta del Este, Uruguay. Ambos, ofrecieron su apoyo y las facilidades necesarias para el evento, de modo que, en julio de 1959, la creación del Festival Internacional de Cine de Cartagena de indias, fue declarada como un decreto oficial.

Inicios del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias

En 1959 comenzaron los preparativos y se estableció la meta de presentar la primera edición a inicios de 1960. Todo empezó con la participación de figuras de la música popular del momento, que se presentaron en eventos abiertos al público como parte de las actividades previas a la gran celebración.

El 26 de marzo de 1960 fue la fecha memorable que marcó la inauguración del primer FICCI. Los presentes experimentaron por vez primera la sensación de ver en persona a los artistas que solo conocían a través de las películas, lo que resultó en una concurrencia de casi quince mil personas que presenciaron el desfile de la alfombra roja en el Camellón de los Mártires.

Después de que algunas autoridades de Cartagena y personalidades del cine, como los actores ingleses Tony Wright y Tony Britton, caminaran frente al busto de los diez mártires del camellón, el Teatro Cartagena fue el escenario en el que De la Espriella pronunció el discurso inaugural del evento y presentó la proyección del cortometraje colombiano Cartagena de Indias, que buscó mostrar algunas imágenes de la ciudad. En seguida fue exhibida la película inglesa Bachelor of Hearts (1958), de Wolf Rilla y con ello daba comienzo el primer Festival Internacional de Cine de Cartagena de la historia.

Los días siguientes se realizaron las proyecciones en el Teatro Padilla, incluyendo algunos títulos como: Impaciencia del corazón (1960, México), de Tito Davison, Un vaso de whisky (1958, España), de Julio Coll, Die Brücke (1959, Alemania), dirigida por Bernhard Wicki, The Story on Page One (1959, EUA), de Clifford Odets; así como Hiroshima, mon amour (1959, Francia), bajo la dirección de Alain Resnais, entre otras.

Uno de los aspectos que distinguió al festival de 1960, fue el primer reconocimiento otorgado al filme de Resnais, con el título de Mejor Película. Este hecho propició que el comité organizador pensara en crear una imagen para tal condecoración, por lo que en 1961 encargó la tarea de esculpir la estatuilla representativa del festival al escultor colombiano Héctor Lombano. El resultado fue una escultura nombrada India Catalina, que hace referencia a un monumento de la ciudad que tiene el mismo nombre y rinde tributo a los indios del Caribe que habitaron ese territorio antes de la época de la colonia.

Evolución del Festival

El FICCI se ha caracterizado por el ímpetu de generar respuestas ante los cambios tecnológicos, así como por discutir los acontecimientos políticos y económicos relevantes. Por esa razón, con el paso del tiempo, ha integrado a su estructura de festival competitivo una gran variedad de formatos.

Lo que comenzó con el reconocimiento específico a las películas colombianas e iberoamericanas, pronto consideró más categorías de participación, como por ejemplo, en 1971 dio inicio el Concurso de cine publicitario. Tan solo cinco años después, en 1976, paralelo al surgimiento de las categorías de Video internacional y Cortometraje, comenzaron las labores de la Muestra de cine latinoamericano, el primer evento con este enfoque en Latinoamérica.

Otro de los cambios sustanciales que el FICCI ha tenido en su estructura, respecto a las subcategorías de premiación, sucedió en el marco de la edición de 1984, cuando fueron creados los Premios India Catalina. Desde entonces, el propósito de esta nueva rama de reconocimientos, ha sido destacar el mérito de los productos televisivos y la labor de productores, guionistas, directores, actores y actrices del medio.

Para 1988, el festival estaba por cumplir tres décadas de actividad y ya existían tres divisiones de competencia: Cine iberoamericano competitivo, Cine publicitario colombiano competitivo y un Concurso de la televisión colombiana. Dichas categorías se mantuvieron vigentes a lo largo de veinte años, hasta que en la primera década del siglo XXI, en 2007, los nuevos ajustes aumentaron los grupos competitivos a diecinueve, clasificándolos en cuatro secciones: Competencia oficial iberoamericana, Competencia iberoamericana de documentales, Competencia iberoamericana de cortometrajes y Competencia de cine colombiano.

Cine en los barrios

En la década de los noventa, surgió la iniciativa de crear un proyecto a partir del festival y que tuviera como objetivo principal, acercar el cine y el audiovisual al pueblo colombiano. Así nació Cine en los barrios, que desde hace más de veinte años se ha apropiado de espacios públicos como bibliotecas, universidades, cárceles, hospitales, etc, para proyectar películas de distintas nacionalidades y generar un acercamiento real entre las obras y el público.

Por otro lado, esta propuesta no se limita a la exhibición ante más de 70 mil personas durante todo el año, sino que mediante el programa El lente en la gente, también fomenta el aprendizaje y la reflexión sobre el cine e introduce a las comunidades al uso de este medio como una herramienta comunicativa que puedan manejar.

Puerto FICCI

En el marco de la edición 54 del Festival Internacional de Cine de Cartagena, se puso en marcha Puerto FICCI, el cual promueve encuentros con diferentes agentes del medio, como críticos, programadores, distribuidores, productores, académicos, actores, directores, compositores y directores de festivales. El objetivo es abrir un nuevo canal de aprendizaje e intercambio en la industria, que pueda ser aprovechado por el público al interactuar con los creadores e impulsar al cine nacional para llegar a otras audiencias y festivales, como el de Berlín y Toulouse.

Uno de los componentes fundamentales de la estructura actual del festival, son las secciones emergentes que se renuevan en cada edición. Con esto, el FICCI se empeña en abrir nuevas líneas de discusión sobre distintos temas de importancia. Ejemplo de ello son los eventos que formaron parte de la celebración en 2010: la Muestra internacional de videos y videoarte, y el Ciclo cine mujer, que entre sus metas destacó la participación femenina en el cine latino.

Durante el festival de 2017, Cartagena mostró al mundo el crecimiento que ha conseguido hasta ahora, con la participación de 167 películas provenientes de 37 países que formaron parte de las competencias de ficción, documental, cortometraje y cine colombiano. Además, la programación abarcó las secciones de Retrospectiva, Cine noir, Cine de medianoche, Nuevos creadores y Encuentro con realizadores.

El futuro

Aquella primera edición que dio pie a los encuentros anuales y que continúa impulsando el quehacer cinematográfico en Latinoamérica, ha hecho de Cartagena un lugar donde es posible el intercambio de miradas cinematográficas, la divulgación de las obras y sobre todo, el acercamiento con los espectadores.

A través de la aproximación entre historias regionales y universales, la actividad cultural en el festival, permite imaginar un futuro prolífico para la cinematografía, mismo que la directora artística del FICCI, Diana Bustamante, menciona al referir que el festival se perfila a seguir posicionando al cine como una herramienta disruptiva y de reflexión, además de acercarse cada vez más al público.

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