La casa más grande del mundo

Gasolina

Ovnis en Zacapa

Ixcanul

Las nuevas producciones guatemaltecas

La producción audiovisual de Guatemala ha tenido que sortear problemas políticos y sociales similares a los del resto de Latinoamérica. A pesar de estos obstáculos, se han creado imágenes dotadas de identidad que se han vuelto un espejo y que buscan darle continuidad a una industria.

En los últimos años, gracias a esfuerzos individuales y colectivos o encuentros entre diversos cineastas y productores, hemos sido testigos de nuevas cintas que han tenido resonancia local e internacional. Aquí algunas de estas películas:
Gasolina, una road movie de Julio Hernández Cordón, estrenada en 2008, se convirtió en la primera película centroamericana en ser premiada en un festival tipo A. Le seguirían Las marimbas del infierno (2010) una metáfora de Guatemala, y dos filmes que se inclinaron a un lado más político Polvo (2012) y Hasta el sol tiene manchas (2012). Posteriormente Hernández Cordón dirigió Te prometo anarquía (2015) producida por Pamela Guinea, cinta ganadora del Festival de Cine de La Habana que presenta una historia de amor en medio de la cultura skater y la violencia de la Ciudad de México.

Ixcanul (2015), dirigida por Jayro Bustamante, se convirtió en la película más premiada del país, incluso llegó a ser la primera candidata a Mejor Película Extranjera en los Premios Óscar, además de ganar el Premio Fénix a Diseño de Vestuario.

El largometraje, una historia femenina, fue filmada completamente en la lengua indígena Kaqchikel y con un elenco debutante y originario de la zona del volcán.

En entrevista con L.A. Times, el director comentó: “Quería hablar de ese problema, en Guatemala ignoramos la fortaleza de la mujer. La desechamos”.

Por su parte, la co-producción guatemalteca y mexicana, La casa más grande del mundo (2015) fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Berlín, además del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

El largometraje dirigido por Lucía Carreras y Ana V. Bojórquez presenta los temas de la pérdida de la inocencia, el crecimiento y las consecuencias de las acciones, a través de Rocío, una niña maya mam que vive en las montañas del altiplano en Guatemala.

En una entrevista con Chicago Tribune, Carreras comentó: «La película refleja una realidad de países como Guatemala, como México y como otros países de Centroamérica donde las mujeres son las que viven en los pueblos porque los hombres migran”.

Con un tema completamente distinto, en 2016 se estrenó la cinta Welcome to my world, dirigida por Rafael Tres, película que adentra al espectador en el mundo de la música electrónica con una historia de lucha y sueños.

De acuerdo con el sitio guatemala.com, la producción de Tres y Cinema 502 contó con el talento de más de 25 técnicos y más de 20 actores guatemaltecos, entre ellos Juan José Muralles, José Miguel Orozco, Larissa Del Pozo y Beatriz Del Cid. La música también tuvo apoyo de DJs nacionales.

Por otra parte, con un rodaje que duró 30 días en Antigua y Ciudad de Guatemala, Ovnis en Zacapa (2015) dirigida por Marcos Machado y producida por el colectivo Best Picture System, mezcla la comedia, la ciencia ficción y el thriller.

“El filme se basa en una historia real de los años 80 en Guatemala. En una zona de Zacapa, conocida como El Progreso, se veían unas extrañas luces, atribuidas a extraterrestres. El problema es que las luces no eran de ovnis”, comentó Machado para el diario La Nación.

Destaca también la contribución del director Uli Stelzner, que desde la década de 1990 ha presentado siete producciones en el país como Refugiados de una guerra escondida (1994) o La isla (2009). En 2009 inauguró la primera Muestra de Cine Internacional Memoria Verdad Justicia en el país.

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