Miguel Marías

La cinefilia cercana

Por Manu Yáñez

Pocos críticos de cine (en activo) encarnan con mayor ahínco y felicidad los ideales de la cinefilia. Tras décadas de sistemática, y a veces silenciosa, dedicación al estudio y la escritura sobre cine, Miguel Marías (nacido en Madrid en 1947) no ha perdido un ápice de la pasión que transmiten cada uno de sus textos. Un reputado economista –desde 1992 hasta su jubilación fue Jefe del Servicio de Estudios de la Cámara de Oficial de Comercio e Industria de Madrid–, Marías ha escrito en prácticamente todas las revistas de cine publicadas en España desde los años 60, entre las que cabe destacar Nuestro Cine, Banda aparte, Nuevo Fotogramas, Archivos de la Filmoteca, Nosferatu o Dirigido por… Además, ha ocupado puestos de gran responsabilidad en instituciones cinematográficas: fue director de la Filmoteca Española (1986-1988) y Director General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Ministerio de Cultura – ICAA (1988-1990). Un compromiso, nunca condescendiente, con el cine español que también está presente en trabajos como su monografía Manuel Mur Oti: Las raíces del drama o en sus artículos sobre la obra de Víctor Erice.

La personalidad crítica de Marías se expresa en una prosa marcada por la precisión y la claridad expositiva: posee la erudición y locuacidad del maestro, pero también la llana proximidad del amigo que recomienda con espontaneidad y entusiasmo. Marías nunca se ha considerado un teórico, pero su sistemática descripción de lo que requiere y conlleva el uso de la elipsis narrativa, en un artículo sobre Mikio Naruse en la revista Nosferatu, funciona casi como un tratado acerca de la forma cinematográfica. Su inagotable curiosidad, su memoria fotográfica y su costumbre de ver numerosas veces (a veces decenas) las películas que le interesan le convierten en un crítico total: capaz de encontrar luminosas revelaciones en los más pequeños detalles, al tiempo que define el lugar de cada título y cineasta en el seno de las corrientes superficiales y subterráneas de la historia del cine.

Es conocido el amor de Marías por John Ford, Jean-Luc Godard o Mikio Naruse, entre tantos otros. Su libro Leo McCarey: Sonrisas y lágrimas es un referente ineludible y pionero en el estudio del cineasta norteamericano, y recientemente ha participado en la monografía que la prestigiosa Editorial Cátedra ha dedicado a Raúl Ruiz. Cuando la revista Sight & Sound buscó a un crítico que escribiera sobre Vertigo en 2012, cuando la publicación británica debía explicar el porqué de la elección del film de Hitchcock como la nueva “Mejor película de todos los tiempos”, el elegido fue Marías.

Muchos cinéfilos españoles recuerdan a Marías por su asidua participación en el programa de coloquios (a la manera de un cine-club) de Televisión Española titulado ¡Qué grande es el cine!, que dirigió y presentó el cineasta José Luis Garci entre 1995 y 2005. Allí, pipa en mano y verbo al aire, Marías exhibió su elegancia expositiva y agudeza analítica, siempre al servicio de su apasionada visión del cine. Por último, cabe apuntar que muchos cinéfilos de todo el mundo conocen a Marías por sus exhaustivas y torrenciales listas con lo mejor del año aparecidas en la revista online Senses of Cinema: listas con centenares de títulos clasificados según su “grandeza” o naturaleza “fallida” que ponen de manifiesto, de nuevo, una mirada crítica personal, incorruptible, erudita y entregada al cine como una forma de diálogo con el mundo.

Algunos artículos destacables de Miguel Marías que pueden leerse online: